Carta a mi abuela en tiempo de pandemia

Toronto 1 Abril 2020


Querida abuela,

El 14 de Marzo hizo ya 20 años que te fuiste y aún no puedo creer que haya pasado tanto tiempo.
Ha sido la misma sensación de cuando yo cumplí 20, y casi ni me di cuenta que me había convertido en hombre.
Este aniversario ha sido más que especial, porque ha coincidido con el año 20 del siglo XXI.
De veras ya han pasado tantos meses, días, años?, Además está siendo un año bien difícil, doloroso, y convulso para la humanidad. Estamos sufriendo una pandemia, abuela, como nunca visto antes en la historia. Un virus que aparentemente se originó en China, se ha expandido por el mundo, y ya se ha cargado varias vidas.
-Que por qué digo aparentemente?, Bueno pues, eso es lo que dicen las noticias, pero sabes como soy de incrédulo, y todo lo que se dice en la televisión y las noticias es manipulado, nunca te cuentan la verdad, pero eso es otro tema.

Sabes que este año, la víspera de mi aniversario, dos días antes de tu muerte, debí aterrizar en la grandiosa ciudad de Nueva York, y no lo hice. Cancelé mi viaje de cumpleaños.

Abuela,  creo que nunca te agradecí que murieras el día que decidiste irte, porque una vez más luchaste como una leona, para no entristecer  el día de mi nacimiento. Toda mi vida viví con el susto que te perdía si atrapabas una enfermedad, eras tan frágil,  pero tan fuerte a la vez,  que resurgías de cada prueba.  Si no hubieses podido aguantar dos dias más, sabías que nunca hubiera podido seguir celebrando mi llegada a este mundo.

Como anulé el  viaje,  mi amiga Irma, la chica mexicana que conocí en la Universidad, debes recordarla, decidió venir a Canada, donde vivo, y celebramos aquí nuestra fiesta.
Algo  en mi interior me alerto que debía quedarme acá. Y así lo hice.

Me sentía raro, sabes, porque a mi me encanta NYC, ( esto en inglés significa Ciudad de Nueva York). Allá siempre me la paso muy bien, porque es una ciudad vibrante, sobre todo culturalmente, que es lo que más disfruto. Pero esta vez,  no sentía ese deseo de ir. Se lo  hice saber a Irma, que celebró sus  50 aquí conmigo.! Mis dos últimos cumpleaños estuve en México, recuerdas? Tu país soñado,  al  que te llevé en mi corazón; pues ahora le tocó a ella venir.

Abuela, fue un viaje de paz, de tranquilidad, de estar centrados. Sabes qué hicimos?, caminamos por los parques, meditamos, estuvimos en calma. Abrazamos árboles, saludamos a los pájaros y al viento. Nos sentimos parte de la madre naturaleza. Nos dejamos llevar como el arroyo que corre entre las piedras, fluyendo...
Hace unos días ella me escribió...; -no, no fue una carta, ( risas...) fue a través del teléfono celular, el teléfono portátil que se usa hace años para comunicarse con la gente abuela y tiene un programa que te conecta con el mundo instantáneamente. Bueno esto es la era de la Internet, algo que tu no entiendes y es dificil de explicártelo ahora.
Te contaba que Irma escribió, diciendo que entendió y comprendió el sentido de su viaje, o más bien, de la forma que ocurrió nuestra celebración  y lo que hicimos. Porque el planeta, abuela, está muriéndose, lo estamos matando con tanta basura, contaminación, hasta lo que comemos ahora ya no es sano,  y con esta pandemia mundial,  estamos obligados a estar encerrados en casa.
-Si..!!! estamos encerrados, como en toque de queda. No podemos salir porque se propaga muy rápido, y es una manera de aislar a la gente. A consecuencia de esto, pues sabes que hay menos niveles de contaminación mundial?  -Pues claro,  menos autos en la calle, menos Co2; es como si el planeta hubiese vuelto a respirar o se hubiese desintoxicado. Sus pulmones se estaban enfermando, ahora son los nuestros los que se enferman. Siempre la madre Tierra te pasa factura.

-Yo estoy bien, no te preocupes. En casa, contigo a mi lado, con Ale a mi lado. En paz.
Pero es tan triste abuela. Si vieras en Europa, España, Italia,  como se mueren la gente por miles,  sobre todos los viejitos, por todo el mundo. Si estuvieras aquí, se que pedirías por la tranquilidad y sanación del mundo. Así lo hago yo, y todos los que creemos que siempre algo bueno llega después de tanta oscuridad y dolor.

Seria bueno, si donde estés, pudieras ayudarnos a todos en el planeta con tus plegarias,  y mi abuelo, y todos los que estén con Uds. Los necesitamos más que nunca.

Cuéntale a mi abuelo, que ya descubrí de donde llegó su padre a Cuba, mi bisabuelo. Ya lo sabe seguro, porque también le he hablado, pero no te cuenta, porque no le gusta hablar mucho, según me decías.:) Ya te contaré en otra carta.

Te doy el abrazo  y el beso más grande del mundo, como solía darte, hasta que decías que no podías respirar. Así esta la gente ahora aquí, por eso hay que darles mucho amor.

Te quiero siempre,

 tu nieto.

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