Dos poemas Argentinos y Uno Uruguayo
I Heme aquí caminando entre los muertos o mas bien, entre las piedras que los resguardan de todo lo vivo de toda luz que los condenan al silencio. Sentado en los escalones de alguno de sus templos me quedo quieto y aguardo, callo, quizás esperando alguna mano que me toque que me lleve o murmure una palabra solo para mi. Los otros caminan sin detenerse tomando fotos algunos hasta se besan a la sombra. Me río porque se que pronto conocerán también el beso eterno y yo, sin miedo, me quedo inmóvil cerrando los ojos para escuchar con atención el graznido de un pájaro que pasa. Pero no viene nadie, ni me hablan. Solo hay mármoles y vidrios, palacetes con puertas de hierro bordado y ángeles custodios, aparentemente, porque se que conmigo todos se han levantado de sus tumbas. Alzo la mirada y allí están mostrándome el mismo respeto. Una brisa me refresca el ros...
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