El ruiseñor vino a posarse en mi mejilla
Para besarme
Sin decirle, sin hablarle
No hizo falta que cantara para comprenderle
En estos momentos no me importa saber nada de París
Que extraño cuando descubrí
Que la guitarra no me llora
Por un instante me pareció
La más alegre de todas las cuerdas
Entonces supe que existía Dios
Ejércitos de hormigas volaban en hojas muertas
Caídas de viejos árboles
Hacia el otro lado de la tierra
Adonde estaba el Sol
Yo preferí quedarme
No me hacían falta los girasoles de Van Gogh
Ni tan siquiera imaginarme a Leonardo vestido de pájaro
Para intentar volar
No tuve que mojarme el rostro con la escarcha
Ni caminar a tientas sobre nubes de neón
E imaginarme ríos que servían de mantas
más supe, sin embargo,que existía Dios
Para besarme
Sin decirle, sin hablarle
No hizo falta que cantara para comprenderle
En estos momentos no me importa saber nada de París
Que extraño cuando descubrí
Que la guitarra no me llora
Por un instante me pareció
La más alegre de todas las cuerdas
Entonces supe que existía Dios
Ejércitos de hormigas volaban en hojas muertas
Caídas de viejos árboles
Hacia el otro lado de la tierra
Adonde estaba el Sol
Yo preferí quedarme
No me hacían falta los girasoles de Van Gogh
Ni tan siquiera imaginarme a Leonardo vestido de pájaro
Para intentar volar
No tuve que mojarme el rostro con la escarcha
Ni caminar a tientas sobre nubes de neón
E imaginarme ríos que servían de mantas
más supe, sin embargo,que existía Dios
Te admiro. Yo nunca he tenido el valor de dejar que nadie lea lo que escribo y me atrevo a llamar poemas...
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