martes, 15 de diciembre de 2015

Buscandome

Buscándome

A veces suelo preguntarme si he vivido mas de un siglo, porque hay momentos en que siento una nostalgia de antaño, un sabor a viejo que roe mis huesos y me hace brillar al encuentro del pasado. Siento que anduve entre los cruzados y apóstatas, las cortes y plebeyos, las guerras y treguas, la vida y la muerte. Quizás es que no completé ninguna de mis vidas, algo se truncó. De ahí este miedo a la muerte nuevamente, a irme sin haber completado el ciclo diseñado. Pero cuánto gusto siento, que placer y leve calambre recorre mi espina dorsal cuando pienso en el regreso. En el fondo , es que no resisto estar esperando para siempre la llegada del día glorioso. Me da miedo el reposo eterno, o más bien, la eterna espera.Ya no sé que es mejor. Si morir esperando, o esperar para morir eternamente. Solo  que  no es la hora, que me quedan tanto por hacer, por dar. Pero aún no encuentro  la respuesta a mi amor por el pasado.




Toronto , un día de 2015 

lunes, 16 de noviembre de 2015

Por París siempre

No puedo escribir sino de tu belleza y de tu lluvia
tus ruidos y adoquines
de tu olor silencioso y eterno
Me niego a recordarte herida
llorando
temblorosa de temores y de fiebre
porque el dolor no te pertenece
Así te guardo
abierta u oculta en mi  corazón enamorado y devoto
por tu eterna belleza
por tu luz.

Como ser de otra manera
cuando he acariciado tantas veces las curvas de tus calles
y he besado cada trozo de mármol que forma tu cuerpo
De ti puedo recibir solo amor
De mi tendrás mi alma para siempre
eres la mujer que nunca tuve, que nunca acaricie
y  que vuelvo a encontrar
para querer amar.


Toronto, Nov. 16, 2015

jueves, 22 de octubre de 2015

Vivir en Democracia

  Este es uno de los mejores privilegios de vivir en un país grandioso como este. Ayer terminaron las elecciones federales para elegir a nuestro próximo Primer Ministro, y por supuesto, que esto me hizo recordar la falsedad en las elecciones cubanas, su aburrimiento y falta de interés. Allá a nadie le importa quien salga elegido miembro de la asamblea municipal, porque ninguno representa los intereses ciudadanos, sino los del mismo partido que dirige hace 56 anos. La gente es obligada a ir a votar, porque aunque dicen que el voto es " libre",  el atreverse a incumplir con la "obligación" de votar, No el "derecho" de cada ciudadano mayor de 18 anos, pues significa ser diferente, señalarse a nivel de barrio, y estar a riesgos de ser fichado como un disidente social. Siempre fue así mientras viví en Cuba. No creo que ha cambiado mucho, si bien es cierto que hoy a mucha gente le importa poco que sean señalados como contrarrevolucionarios.  Todos fuimos victimas de una forma u otra de la presión social y política  aunque quisiéramos escaparnos de la tarea obligada de votar. Siempre había algún miembro de los Comité de Defensa de la Revolución, organización socio-política que controla la vida de todos los cubanos, y que vigilaba hasta que nos veían entrar a la casa, y nos tocaban a la puerta  para decirnos.." No hemos cerrado las votaciones esperando por ti".. Ahora hasta me parece patético, como de una película de Bunuel.

Pero ayer fue diferente. Estas fueron mis primeras elecciones para elegir al Primer Ministro. Yo había votado hacía una semana gracias  a la forma de organizar las elecciones en el país., de manera que la gente pueda planificar su tiempo y evitar la congestión el día señalado como oficial. Aun así, como tantos millones de canadienses, estuve siguiendo las noticias para saber finalmente quien fue el ganador. Justin Trudeau del partido liberal es nuestro nuevo Primer Ministro, y estoy más que feliz con ello, pues por el voté.

Las razones son varias; la primera que es un hombre joven, de mi misma edad y tiene una visión mucho mas nueva y diferente de todo, la segunda, que es hijo de Pierre Elliot Trudeau, antiguo Primer Ministro quien fue uno de los más populares del país, y para muchos, el mejor que ha tenido Canadá, y la tercera razón porque estoy de acuerdo con su plataforma política.

Mis primeros recuerdos de este país me llegan a través de Trudeau ( padre) y su visita a Cuba cuando yo  ni imaginaba que la vida me destinaría  aquí. El fue un admirador de la isla, sobre todo por su posición de sobreviviente contra las agresiones constantes de Estados Unidos y un  defensor de la política de no injerencia Canadiense, de desligarse de la posición agresiva de USA. Eso es parte de ser canadiense, y estoy convencido, una de las razones que contribuyeron a barrer a los conservadores del poder después de 10 anos consecutivos.

Ayer el mapa político canadiense cambio y esperamos que para bien. La alegría era inmensa y la gente seguían minuto a minuto los resultados. Esta es la dicha de vivir en democracia. Un gobierno se mantiene en el poder hasta que el pueblo decide, hasta que la gente se implica en la sociedad civil. !Cuánto nos hace falta esto en Cuba.! Solo espero que algún día los cubanos de la isla puedan conocer la dicha de votar libremente y sentir mi mismo regocijo. 

martes, 6 de octubre de 2015

El amante que volvía siempre.


Anoche lo volví a ver. Nos encontramos en  algún lugar y después decidimos ir a un rincón privado, un lugar apartado. Era un apartamento feo, destruido y con las paredes descorchadas . Trato de recordar de que lugar se trataba y descubrí que eran las paredes estrechas de la escalera de la escuela  que cada manana subíamos cuando eramos ninos en aquella casona que siempre me pareció algo macabra.Curiosamente cuando llegamos a la entrada del supuesto apartamento había un bebé abandonado que lloraba y lo tome en mis brazos. Me sentí tan feliz, y a la vez, con mucha lástima por aquella criatura. El se me acerco y me beso en la mejilla, me besó varias veces, lenta, suavemente sobre las cuencas de mis ojos, aún puedo sentir su aliento caliente, vivo; y el niño poco a poco se calmaba, hasta que se durmió en mis brazos.

No recuerdo si nos amamos  o sólo nos quedamos allí mirando el color despintado de aquel edificio.Una luz salía del apartamento del lado. Era una luz amarilla, sucia, de las que no me gustan. Pero no  estaba triste, me sentía feliz. El estaba allí conmigo, con su hermosa sonrisa y su cabello negro lustrado, su voz era la misma. Yo lo amaba más que nunca, como siempre, desde lejos, como se ama lo que no puede tenerse. Eso me bastaba, y volví a despertar. 

miércoles, 30 de septiembre de 2015

De Paris y sus ruidos

                                      De París y sus ruidos
                                                     
                                                                I

La sirena del carro de policía sonaba y con ella me llegaban las vibraciones de París
Ninguna otra suena como allá
El silencio quedó paralítico dentro del vapor de esta urbe
Y yo seguía recordando el ruido de  las sirenas de París
Ese sonido de náufrago solo
De soliloquio en un teatro vació
De preso metido en una celda de castigo
O loco oculto en el alma de un hombre libre
Como en un poema Dada unía palabras y ruidos, muecas y demonios
no sabía donde estaba ni adonde iba
me había perdido dentro del ruido de un París
que no era cierto
y que me invento
(siempre).


Toronto, Verano 2015

viernes, 3 de julio de 2015

Morir por un segundo


He sentido la  quietud del silencio en la noche y la paz de la Luna
El lenguaje de sonidos obscuros imperceptibles que pululan a mi lado
Sin a penas hacerme mover una de mis manos
(Quietas)
perdiendo su viveza y su gracia su lenguaje y discurso
sus ganas de escribir
y  ahora quietas
Encerradas en lo oscuro desgastándose poco a poco
volviéndose comida de gusanos
sin sentirlo
transformando mis  dedos  en huesillos de marfil
He sentido el profundo vacío de la muerte
Sin dolor ni susto
Porque dormía
El agua del grifo me hacia imaginar al de la lluvia
Limpiando el polvo y llevándose con ella un poco de mi alma



                                                                         Toronto  3 de Julio  2015

viernes, 12 de junio de 2015

Mi perro Mocho

Hace tiempo le debía estas letras a mi perro. Se llamaba  Mocho, porque le habían cortado la cola. Cuando apareció en mi vida  ya era un perro grande. Yo había tenido que salir de la ciudad, y pedi a mi madre que  se quedara cuidando mi casa. Mi barrio, en uno de los suburbios de La Habana, no era uno de los mas seguros , y temía que sucediese algo en mi ausencia y nadie estuviese en casa.

Al volver, mi madre me dijo que afuera había un perro que se echaba  en el dintel de la puerta, y que había aparecido de improvisto, y la seguía a todas partes cada vez que tenía que salir. Era un hermoso perro "sato", como llamamos en Cuba a los perros sin raza definida.

Mocho fue el segundo perro que tuve  en mi vida, mas bien el tercero, pues hubo un primer pastor- alemán que existió cuando yo era pequeñito, y junto a quién dí mis primeros pasos. Aquel perro era mi guardián y, según me cuentan,  hasta trataba de ayudarme a levantar cuando me caía  en mi intento por caminar. Nadie podía acercarseme, excepto las personas de la casa: mi abuela, mi madre y mi padre. Pero en aquella casa grande del campo, el perro salía a jugar al patio, y le encantaba volver  a entrar  y  treparse a la cama de mi abuela  y ensuciarle sus sabanas blanquísimas. Eso era demasiado para ella. Luego el perro enfermó, y hubo que alejarlo de mi. Mi padre tuvo que sacarlo de casa. Nunca más tuve otro perro. Miles de veces me aparecía con un pequeño cachorro que me habían regalado, y mi abuelita no me permitía  entrar  a casa con él.

Siendo adulto, y mi abuela ya enferma, me regalaron un hermoso cachorro negro de raza poodle  un 17 de Diciembre, día de San Lazaro. Yo le puse Lachi. Y aunque temí  la misma reacción por años de mi abuela, cuando vió aquel bulto hermoso de pelo negro como la noche, y ojos como el azabache, pues lo abrazó y hasta besó. Fue uno de los gestos  más hermosos que ví a mi abuela, de tantos que tuvo en su vida, pues ella fue y seguíra siendo mi ángel. No pudo disfrutarlo mucho ya que  poco tiempo después murió. Yo me quedé solo en aquella casa, y mi perro. Un buen día se lo robaron.  Yo entristecí y me volví como loco que hasta  ofrecí un rescate por él. Alguien se apareció con mi perrito, y le di un dollar en recompensa. Yo nunca dije la cantidad que daría, pero seguro que los bandidos esperaban más del rico del barrio. Sin embargo, la dicha no duró mucho y poco tiempo después, volvieron a llevárselo. Esta vez, no insistí  y lo dejé todo así.

 Mocho fue mi tercer perro. Sus patas eran  largas y su pelo  blanco, con manchas carmelitas en su rostro, desde los ojos a las orejas, parte del torso, la cola y patas. Enseguida me enamoré de él y siempre me he preguntado por qué a algunos perros le cortan la cola, es como si  los mutiláramos de alguna manera. Mocho, sin embargo, era o es , un perro muy vivaz y alegre. Enseguida le cogí cariño y comenzamos a desarrollar una relación de perro -amo muy linda. Yo le cuidaba, alimentaba,  con un amor inmenso. La hora del baño era la más complicada porque no le gustaba..., y todavía cuentan que a los gatos no les gusta el agua.!
A Mocho para bañarlo había que amarrarlo, después de perseguirlo por toda la calle. El se presentía cuando llegaba ese momento y se escapaba.  Lo triste y gracioso de la historia, es que cuando terminaba mi labor de aseo con él, pues sacudía su hermosa pelera mojada e iba a restregarse  sobre la tierra má cercana. Era su forma de burlarse de mí, y de mostrarme su voluntad...pero yo adoraba a mi perro.
Cuando regresaba cada día del trabajo y doblaba  la esquina de mi casa,  sonaba las llaves de mi llavero y él, acostado en la entrada de casa, elevaba su cabeza en busca del sonido y salía a mi encuentro como un niño feliz de ver a su padre. Mocho saltaba de alegría  al verme con una exaltación que desbordaba las emociones.  Yo reía al verlo, porque me parecía que el perro estaba cruzado con una cabra pues saltaba como tal. Donde estará ahora mi querido compañero?

Al  salir de Cuba, lo dejé y supe que se volvió muy agresivo con las personas que pasaban frente a mi casa. Yo vivía puerta a la calle. Tuvieron que regalarlo a un senor que poseía una finca cercana, y necesitaba un vigilante. Solo espero que no lo hayan maltratado y que esté bien cuidado.

Aqui lo tengo en una foto sobre mi buró y me acompaña cada día, junto a otros recuerdos que atesoro de la isla. En su foto me mira y sonríe, y se que luego de la instantánea salió a corretear por las calles del barrio, como hacía siempre, para hacer su voluntad.

martes, 5 de mayo de 2015

El ano de mi despertar.

Corría el ano 1989 y yo había acabado de entrar en la Escuela de Derecho de la Universidad de la Habana. Fue el año de la caída del muro de Berlín, y a partir de ahí se desataron los acontecimientos que nos cambiaron la vida para siempre.

Era usual que nos convocaran casi a diario a marchas, reuniones, mitines, y  mas teques políticos, hasta un bendito día  en que decidí dejarlo todo, entregar aquel  honroso carnet de la juventud comunista, en el tercer ano de la carrera, luego de varias sanciones por negarme a hacer guardias vigilantes en la Universidad. De cualquier manera, en el futuro, otra nueva sanción pronto seria parte de mi récord, porque yo me negué  a firmar para alistarme en el grupo de Brigadas de Respuesta Rápida de la Facultad. Tales brigadas eran una especie de escuadrón represor que debían  golpear y humillar  a cualquiera que expresara criterios en contra del gobierno. Eran tiempos muy convulsos. De la Facultad de Artes  y Letras, Biología, o Matemáticas,  se oían siempre historias de revueltas, volantes tirados con propaganda anti gubernamental con exigencia de mas espacio para la libertad y la  democracia. Una nefasta funcionaria del Comité Central del Partido Comunista se había reunido con los militantes para decirnos que si el momento de dar golpes llegaba, pues nosotros daríamos golpes como ellos hicieron al inicio de revolución contra los opositores, porque la Universidad pertenecía a los revolucionarios. Recuerdo como intercambie miradas con mis amigos más cercanos en descrédito de lo que habíamos oído en un lenguaje de silencio y desaprobación. Al menos para mi ese momento nunca llegó, porque me liberé antes, y fue como sacarme un gran peso de encima.

Pero en aquel año 1989, en una manana  creo de diciembre,  nos convocaron a todos a la entrada de la Facultad de Derecho, especialmente a los estudiantes de primer año,y nos dijeron que íbamos a marchar para protestar frente a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos, contra la invasión de ese país a Panamá.  Otro día mas para perder clases. No imaginaba que la Universidad funcionaba de esa manera, pero en fin, era un nuevo mundo para todos. La Presidenta de la FEU (Federación de Estudiantes Universitarios) de la facultad, era muy gritona, como casi todos los dirigentes pasados, presentes y futuros) ,y su voz era la que mas se tenia que oír en aquel alboroto.
De repente, me ve y me dice- tu espejuelu, (yo usaba unos espejuelos horribles en aquella época), coje la bandera-! y me entrega la bandera cubana en las manos. 
Y así bajé yo por aquellas célebres escalinatas abanderando el batallón de gritones detrás de mi, y mi imagen se vió en la TV nacional, y hasta en la prensa por algún fotógrafo que la captó. Aquí la conservo, y es hermosa, no me disgusta, porque la miro como preguntándole que hacíamos allí, si yo merecía llevarla conmigo, por qué me pesaba tanto si era mi bandera.Y  no solo me pesaba por el hambre que pasaba en aquella época, no, me pesaba porque representaba Cuba, aquella Isla en peso, 
como la llamo el gran Virgilio,  y que aún me pesa tanto.

Días después, supimos que el General Manuel Noriega, se había refugiado en la sede del Vaticano, si mal no recuerdo. Nosotros habíamos perdido clases; el gobierno, la politiquería, la chusmeria, nos habían hecho ir a protestar frente al enemigo,  y el presidente estaba escondido o refugiado mientras bombardeaban a su gente.
Allí empezó todo : mi desilusión,  el desengaño y el hastió con aquella gran mentira. La película de Rafael Gil, no es nada comparado a nuestra historia y a nuestros cuentos que no son los de tía tata precisamente.

Pero ahí esta la historia, otros desquiciados también han sido adorados y seguidos por multitudes. Al menos nos queda el consuelo de no haber sido los únicos embaucados.

Hoy, veintiséis anos después, leo que el General ha sido juzgado y condenado varias veces, incluso por delito de  trafico de drogas en Francia, Estados Unidos y su país, y ahora recientemente, enfrenta otros cargos por el asesinato de un opositor a su gobierno.
Por eso, a pesar de toda la hecatombe que vino a posteriori, guardo un feliz recuerdo, porque fue el ano del despertar para mí. Si no hubiera caído el muro en Berlín, y no se hubiesen precipitado los acontecimientos en la ex- URSS, todo seguiría igual;  estuviéramos veintisietes años más tarde aún creyendo  en La Grande Ilusión.

No sabía que me esperaría en aquel año de 1989. Solo tenía 18 años pero sabía que en la Universidad también cambiaría mi vida para siempre.


lunes, 4 de mayo de 2015

Por los brazos de Maya

                                                                                            a Maya Plisetskaya

Fueron tus brazos los que nos enamoraron, tu ganas de salir a volar, a descubrir el mundo, y a escapar.  Por eso, te reconocimos desde el inicio, no eras ajena. Venías de lejos, pero te quedarías para siempre. Eras la alegría de la luz, y la fuerza de la esperanza.
No importaba que no comprendiéramos mucho de tu lejana tierra,  porque a nosotros nos sobraban las palabras. Teníamos tu gesto, tu fino rostro, tus ojos que no delataban, Teníamos tus brazos, Maya, que eran más que alas, eran gritos de agonía, lujuria encendida de mujer que se revela y canta, era un código secreto para callar y decir, un volcán de gritos y plumas blancas. Nos trajiste  con tu paso leve, lento, pequeño, casi silencioso, la suavidad del agua, nosotros que sabemos de huracanes y mareas como congas o guarachas. Te volvías frágil cisne que al morir también cantaba. Y te amamos para siempre, hasta el fin, como se ama lo que no escapa.

jueves, 26 de febrero de 2015

Si me regalaras Paris...


                                                                        a Maite, con el amor de siempre

Si me pudieras regalar París me harías un mejor hombre
porque ayudaría  cada loco que encontrara en mi camino
a escapar de la locura de este mundo,
a cada anciana perdida en la bruma  del tiempo
a retornar sobre él sin decir palabras,
regalaría a cada niño una hoja blanca y un pincel
para que imagine la vida con sus colores preferidos
Si me pudieras regalar París, sería el más feliz de todos los hombres
o quizás el más triste,
porque lo tuviera casi todo y no sabría que hacer...
recuperaría  mi memoria y entonces
tal vez quisiera borrarla.
Si me pudieras regalar París  gritaría de alegría
 lloraría de emoción
Tendría diez hijos y seria polígamo, maníaco, artista, payaso,
hiciera el amor durante el día, la noche, a la sombra de los árboles de Boulogne
sería apocalíptico
porque no quisiera que acabase nunca mi deseo de vivir en ella
de morir por ella
Si me regalaras París
recuperaria la vida que busco a tientas por el mundo
y no encuentro
Si me pudieras regalar París, entonces yo,
te  darìa la isla que has sonado siempre.

Toronto, February 26th , 2015

Alain Delon. Adios a los 88 .

  Mi amor por la lengua francesa comenzó siendo aun muy niño, y no es de extrañar , a través de una de las mas extraordinarias manifestacion...