La muerte siempre nos trae recuerdos. Es la paradoja de ese hilo que conduce a la memoria y que una de las Parcas se atreve un día a cortar. Cuando alguien muere, comenzamos a urgar en el pasado, en lo vivido, para quizás, asirnos a ello y no querer olvidar al que ha partido.
Hoy conocí que se ha ido otra actriz cubana, Yolandita Ruiz. La hermosa rubia , de las pocas que había en Cuba, que era ademas una de las mejores de su epoca. Y comencé a recordarla, cuando la descubrí por primera vez en la novela Ramona, junto a Fidel Perez Michel, y luego en la Dama de Blanco, que la hizo tan popular en la isla, en espacios como Teatro ICR, El cuento que sería interminable la lista de sus personajes; y tambien el cine; interpretando a la amante del actorazo Adolfo Llaurado en filme en clásico cubano Retrato de Teresa.
Yolandita, como todos le decíamos, era una persona que emanaba amor. Su voz y su mirada dulce la hacían ganarse el cariño de todo el publico. Era una de mis favoritas, y luego un día, como tantos otros desapareció del país, para irse a buscar mejores destinos. Nacida en Güira de Melena, mi tierra de nacimiento, era , tal vez por ello, mas amada por mi.
Hoy la despido con tristeza en estas líneas, pero la recordare siempre como aquella joven frágil, que se perdía y escapaba dentro del bosque, huía de algo para entrar cada noche en nuestras casas a través de la tremenda TV cubana de aquella epoca. Nostalgia y amor, pero sobre gratitud, por hacernos que la vida tan difícil de aquellos tiempos, fuese más hermosa y pasajera.
Adiós querida muchacha de Blanco. Luz eterna.
Toronto, Oct. 2, 2019
Hoy conocí que se ha ido otra actriz cubana, Yolandita Ruiz. La hermosa rubia , de las pocas que había en Cuba, que era ademas una de las mejores de su epoca. Y comencé a recordarla, cuando la descubrí por primera vez en la novela Ramona, junto a Fidel Perez Michel, y luego en la Dama de Blanco, que la hizo tan popular en la isla, en espacios como Teatro ICR, El cuento que sería interminable la lista de sus personajes; y tambien el cine; interpretando a la amante del actorazo Adolfo Llaurado en filme en clásico cubano Retrato de Teresa.
Yolandita, como todos le decíamos, era una persona que emanaba amor. Su voz y su mirada dulce la hacían ganarse el cariño de todo el publico. Era una de mis favoritas, y luego un día, como tantos otros desapareció del país, para irse a buscar mejores destinos. Nacida en Güira de Melena, mi tierra de nacimiento, era , tal vez por ello, mas amada por mi.
Hoy la despido con tristeza en estas líneas, pero la recordare siempre como aquella joven frágil, que se perdía y escapaba dentro del bosque, huía de algo para entrar cada noche en nuestras casas a través de la tremenda TV cubana de aquella epoca. Nostalgia y amor, pero sobre gratitud, por hacernos que la vida tan difícil de aquellos tiempos, fuese más hermosa y pasajera.
Adiós querida muchacha de Blanco. Luz eterna.
Toronto, Oct. 2, 2019
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