jueves, 1 de diciembre de 2011

El maldito Milan Kundera

Acabo de leer mi primer libro del gran Milan Kundera; el maldito, el insoportable, el prohibido.
Y ahora comprendo por qué no es un autor bendecido por las editoriales cubanas. !Cúan diferente hubiera sido mi vida o la vida de muchos si veinte años atras hubiésemos podido leerlo!. La broma, es el retrato de nuestra cotidianidad, del exabrupto, la manipulación por parte del poder, del sentido de manada, como él lo llama, que nos caracterizó por tanto tiempo. Me encontré en cada línea que escribió. Reconocí los espacios, el escenario, los actores. Esa es la historia de muchos o de casi todos nosotros; fuimos víctimas o victimarios.
Cuando terminó de escribirse el libro en 1965, era todavía el período de celebración, el comienzo de la gran pesadilla. El no podía ser , ni fue nunca aceptado. Pero su nombre pasaba de boca en boca, sobre todo entre los intelectuales. Kundera se escapó de la antigua Checoslovaquia, como tantos se fueron escapando de otros ex- países socialistas y de nuestra Cuba (aún se escapan). Fueron visionarios de lo que otros no podíamos ver y ,como resultado, proscritos. Kundera, el de la insoportable levedad del ser, creía que la reparación de las injusticias venían con el olvido, porque lo que se cometió injustamente no puede ni podrá ser nunca reparado. Las heridas quedaran pegadas a la piel, aunque ya no sangren. Nadie te devuelve los años perdidos, los mejores años de la juventud cuando la nube del engaño nos cubría con un velo invicible impidiéndonos ver la claridad.
Pero siempre algún Milan pudo romper esa tela de araña y escaparse a buscar su verdad.
El se hubiese convertido en nuestro mecías, su obra hubiese sido nuestra Biblia. Cuántas cosas hubieran sucedido de forma diferente o tal vez no hubiesen sucedido! .
Si ahora mismo muchos pudieran estar hojeando las páginas de este libro lo comprenderían todo de una vez. Para muchos, más que broma, resultaría tragico el poder reconocerse en la obra kunderiana. Por eso siempre me identifiqué con los malditos, los aceptaba y los acepto aunque sea privadamente. En el fondo existen porque tratan de convulsionarnos para hacernos ver algo que no podemos por sí solos, mostrarnos el lado opuesto de lo admitido. Ellos conocen de esa dualidad. Antes de ser diablillos fueron ángeles. Kundera es uno de ellos.

Alain Delon. Adios a los 88 .

  Mi amor por la lengua francesa comenzó siendo aun muy niño, y no es de extrañar , a través de una de las mas extraordinarias manifestacion...